La potencia sí
importa
Fotos: Javier Viera
Probamos el coche campeón de Las Palmas de
Montaña 2011 y 2012 y subcampeón Autonómico de la misma especialidad en 2012.
Se trata de un Porsche 911 (996) GT3 con una
preparación muy ligera, pero que en manos de Modesto Martin ha dado grandes
resultados.
Su potencia es de 408 CV, caja de cambios de 6
velocidades, suspensión Bilstein de 2 vías y barras estabilizadoras regulables.
Algo bueno tenía que tener esta profesión tan sacrificada,
prácticamente trabajamos todos los fines de semana y es en este tipo de pruebas
donde tenemos la oportunidad de ponernos a los mandos de vehículos de
competición, un auténtico privilegio y satisfacción.
En esta ocasión el amigo Modesto Martín, “por fin” accedió a
nuestra petición de probar su Porsche 911 GT3 y como no, lo hicimos en el
Circuito de Maspalomas un espacio ideal y con un trato de “lujo” por parte de
sus gestores, muchísimas gracias.
Ya ha pasado por nuestras manos toda la gama de Porsche,
desde el Boxter hasta el 911 Turbo, pero un vehículo de competición de esta
marca, era el primero y eso nos tenía un poco preocupados, sobre todo por su “todo
atrás” (motor y transmisión) con lo que su conducción podría ser un tanto
comprometida al límite.
Modesto era el primero en tranquilizarnos, ya que se ha
llevado a cabo un buen trabajo en las suspensiones Bilstein de 2 vías para
domar al potente vehículo alemán, ayudado también por unas barras
estabilizadoras regulables. Este tipo de configuración siempre había
comprometido el tren delantero con una sensación de flotabilidad, que podría
poner en entredicho la efectividad de estos vehículos.
El resto del coche es prácticamente de serie, con un motor
bóxer 6 cilindros, 3.600 cc. y una potencia de 408 CV, frenos de serie, caja de
cambios de seis velocidades con accionamiento manual y una punta de 217 km/h
gracias a un grupo final más corto. Todo ello con un peso de 1.200 kg. gracias
a un aligeramiento de peso en puertas y capó (fibra de carbono). Actualmente este
vehículo se encuentra en venta.
Antes de coger los mandos del Porsche, Modesto me enseño las
bondades de su coche, para lo que lo acompañe a la derecha durante varias
vueltas al trazado corto del Circuito de Maspalomas. Me quedó muy claro que
tiene el coche por la mano, no sólo por su espectacular conducción sino por la
simbiosis piloto y máquina, que es perfecta. Después de probar el coche yo
mismo, me di cuenta del merito que tiene llevar esta máquina al límite.
Tocaba el momento de ponerme tras el volante, cosa que
resultó relativamente fácil porque el asiento se puede regular en sentido
delante/atrás y el volante tiene algo de recorrido en profundidad, pero al no
poder mover el volante en altura mi postura de conducción no era la ideal. La
palanca de cambios quedaba muy a mano y la visión era perfecta. Los pedales
tenían el tipo de inconveniente típico de Porsche, con el pedal del acelerador
pegado al suelo del coche, con lo que el punta/tacón me resultaría complicado,
debido a la forma en lo que yo lo hago.
Ponerlo en movimiento es sencillo, el embrague cerámico
monodisco no es muy agresivo y eso permite arrancar sin problemas. Ya en
marcha, el sonido del 6 cilindros bóxer es espectacular y embriagador cuando
llega a las 8.200 rpm que es el régimen máximo ideal. Pero el manejo del cambio
me costó mucho, dado que al ser de serie precisa un tacto muy dulce y una
posición exacta que necesita un aprendizaje.
Cuando comenzamos a tomarle el pulso, notamos que el motor
está lleno en prácticamente todas las revoluciones, tanto en bajas como en
altas, estando dispuesto a cada solicitud del acelerador.
Las deceleraciones no tienen problemas, los frenos funcionan
a la perfección sin fatiga ni alargamiento de la frenada, pero si hay que tener
en cuenta que al reducir de marcha y según la velocidad y posición del coche,
sino realizamos el punta/tacón podemos provocar un bloqueo en el tren trasero
muy desagradable.
Lo mejor de este coche, según mi opinión, está en el trabajo
de las suspensiones, por lo menos en un asfalto como el que tiene el Circuito
de Maspalomas, donde se mostró súper eficaz. Lo principal es que la
flotabilidad en el tren delantero, típica en este tipo de coches, no existe y
tanto en aceleración como en frenadas se muestra completamente neutro.
Viendo las fotos que acompañan este artículo está claro que
la diversión es más que patente conduciendo este Porsche, aunque también tengo
que decir que cayó algún trompo que otro y de fácil, nada de nada.
Ahora tengo claro, que los resultados que ha conseguido
Modesto Martín con este coche son más que meritorios, porque al límite este GT3
es muy exigente, necesitando una preparación física acorde con las prestaciones
y sobretodo un vínculo especial con el tacto del pedal del acelerador y su
conexión con el volante.
Heinz-Walter Schewe
El vehículo que ha hecho conseguir a Modesto Martín estos
últimos títulos es propiedad de piloto alemán Heinz-Walter Schewe (70 años) que
en régimen de alquiler se lo ha cedido al piloto grancanario. Entusiasta donde
los haya, el piloto alemán dispone de un equipo; Escudería M66
www.automobilzentrum-aachen.de y además compite en la actualidad en el
campeonato de rallys para vehículos históricos a los mandos de un Porsche
930 RS de 530 CV de potencia.
Modesto Martín
Ligado a los motores de siempre, Modesto Martin regenta el
taller Mosan Motor y su vinculación con el automovilismo era cosa de tiempo.
Después de hacer sus pinitos oficiales en el circuito, le llegó la oportunidad
de competir con un Porsche 911 GT3 y no se lo pensó dos veces. Gracias al
esfuerzo de él y todo su equipo, con ayuda de todos sus patrocinadores, este
ambicioso proyecto salió adelante. Fruto de ello son los dos campeonatos
absolutos de Montaña en Las Palmas 2011 y 2012, subcampeón Autonómico de Montaña
2012, subcampeón absoluto del Campeonato de Circuito y campeón de la categoría
Super Sport también en circuito.
El amigo Modesto también tiene otra inquietud en el mundo
del motor y está en la modalidad de Drifting, en la que demuestra sus manos a
los mando de un BMW M5, pero esta es otra historia que prometo tendrá otro
capítulo aparte.
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