Hace mucho tiempo que iba detrás de mi estreno en un Rally y que mejor que el de casa, el Rally de Maspalomas.
La verdad es que pensé que todo sería más fácil, pero mi gozo en un pozo.
Cronológicamente hablando, lo primero era preparar el Toyota Starlet 1.3 S para tal evento, eso sí, con un presupuesto de risa, claro. En la puesta a punto previa ya me habían dado problemas los frenos, en realidad desde siempre, aunque le había puesto discos y pinzas nuevos con una mejor refrigeración, pero claro me había olvidado que este coche tiene una bomba de frenos de “juguete”. Una vez cambiada esta y “ya que estamos” también le pusimos un repartidor de frenada, madre mía, ahora sí tenía frenos para lo que fuera menester.
Como ya os imagináis el presupuesto se fue a la m….. así que poco podía hacer, lo único era distribuir los aparatos de medida y medición que tenía, para lo que utilicé mucha imaginación y la ayuda de Leandro, mi mecánico, para conectarlo todo. En un primer momento había pensado en instalar otra sonda para el biciclómetro en la rueda derecha, pero al final se quedaba como siempre, sólo una en el lado izquierdo. Luego me arrepentiría profundamente, qué le vamos a hacer.
Gracias Carlos
Ya tenía las ganas, coche y me faltaba el copiloto. En un principio, todo estaba preparado para que Rogelio Peñate estuviera a mi derecha en el Starlet, pero al final sus compromisos con Skoda se lo impidieron y a última hora tuve que llamar a Carlos Ramírez, con la posibilidad de que me dijera que no, por la premura de tiempo. Sólo se lo pensó un día, me puse histérico. Y después de pensárselo y comprobar en su trabajo que era posible estar conmigo ese sábado, me dijo que sí. Gracias Carlos.
En el mundo de la pareja, ya se sabe, todo es posible si hay acuerdo y eso fue lo que pasó entre Carlos y yo, congeniamos enseguida, los dos somos perfeccionistas y muy serios en todo lo que hacemos, planteamientos, desarrollo y ganas. Por las premuras de tiempo y la reglamentación actual, no pudimos entrenar, mejor dicho reconocer, ni un solo metro del Rally. Con lo que decidimos ir a probar en mi tramo de calibración y en el tramo de calibración del Rally y allí estuvimos un día probando y probando para elegir un calibre y que Carlos se adaptara al coche y aparatos, ya teníamos todo listo.
Tramo espectáculo
El 38 Rally de Maspalomas tenía una agradable sorpresa y era la incorporación de un tramo espectáculo, en donde los vehículos de Regularidad Sport iban a salir los primeros, “que responsabilidad”.
Aquí llegó otro de mis errores, en aras de conseguir que el Starlet fuera más ágil de la parte trasera, monté unos neumáticos baratos con una presión alta, ya que los Toyo R888 agarran demasiado e iban molestar más que ayudar. Grave error, en muchas de las curvas se me amontonaba el trabajo de tal manera que no sabía ni dónde estaba, pero para eso está un buen copiloto y el trabajo de Carlos fue sobresaliente, no sólo situándome en cada curva, sino animándome en todo momento e incluso avisándome de poner la primera velocidad, para que el Starlet dejara de derrapar y poder situarlo en la siguiente curva, menudo “stress”. Todo se saldó con un 8º puesto de la general sobre 22 equipos, creo que bastante aceptable para mi primer tramo espectáculo.
Otra vez la sonda
Al día siguiente nos esperaban nueve tramos cronometrados, el Rally de Maspalomas no había arrancado todavía. Ya desde el primer tramo, nos dimos cuenta que el famoso calibre elegido no era el correcto, aunque conseguíamos la decimotercera plaza. En el segundo la cosa iba a peor y ya marcábamos la decimoquinta posición. Pero claro, las cosas cuando van mal y según la Ley de Murphy, sólo pueden ir a peor, en el tercer tramo del día ya caíamos a la decimoctava posición de la general, ya que la sonda empezaba a avisar de que no funcionaba bien, aunque todavía no había dejado de funcionar, cosa que hizo más tarde, además el coche empezaba a irse de morro en exceso en Cercado de Espino.
A la salida de la segunda sección, en el tramo de La Era del Cardón – Las Vallas, la sonda moría definitivamente y teníamos que hacer tres tramos sin ningún tipo de medición, la cosa seguía empeorando, con un décimo, decimosegundo y decimotercero en estos tres tramos.
La asistencia Pedro Moreno
A la llegada de la asistencia, donde nos esperaba como siempre mi amigo / hermano Pedro Moreno, que se llevaba ayudantes en forma de su hija Susy y el amigo Cristian, nos dábamos cuenta que la única sonda que teníamos se había soltado de su sitio. Con la inestimable ayuda de Alexis Manzano, que estaba por allí, pudimos sustituirla por otra nueva en la misma posición. Las pruebas indicaban que todo funcionaba, pero al hacer los primeros metros y girar la dirección, era el cable el que se rompía ahora. Ya no había tiempo para repararlo así que otros tres tramos a “vela”.
Menudo panorama nos esperaba, el miedo era no entrar mucho por adelanto ya que podíamos ser descalificados o amonestados, con razón. Teniendo mucho cuidado lográbamos en esos tres últimos tramos; la decimotercera, decimoquinta y decimosegunda posición. Lo que al final nos valía meternos en la decimoprimera plaza de la general.
Conclusiones
Las conclusiones de éste mi primer rally son todas positivas, exceptuando las retiradas de los equipos de Regularidad Sport y de Velocidad, que al portar en las puertas del Starlet el número 116, prácticamente los vimos a todos. Ya estoy trabajando en mejorar donde se falló y prometo hacerlo mejor la próxima vez, que de momento no sé cuándo va a ser, aunque hay un proyecto de cara al año que viene que todavía está muy verde para comentar nada.
