martes, 3 de abril de 2012

Lexus LFA

Lexus LFA, un automóvil exclusivo

- La unidad número 213 es la que ha adquirido un afortunado en Canarias, por 450.000 euros.

- Su tarjeta de presentación es; motor V10 de 560 CV, chasis de aluminio y carbono, caja de cambios robotizada y frenos cerámicos.

El pasado martes fue un día que pasará a la historia, dado que pudimos conocer el Lexus LFA en vivo y en directo. Un modelo del que se fabricarán sólo 500 unidades, teniendo una de ellas (la única en España) en Canarias, concretamente el número 213, en el sur de la isla de Gran Canaria.

Hablar de este coche es una auténtica hemorragia de cifras impresionante y no sólo su precio, que lo es, sino las cifras de potencia, prestaciones, exclusividad, materiales y un largo etcétera.
Es normal que por 450.000 euros podamos elegir “casi” hasta el último tornillo, pero la clave es el tratamiento a sus clientes, que es exquisito, y eso muchas veces no es pago con dinero. Con lo que la clave de este coche que se fabrica a mano, está precisamente en todo lo que lleva detrás; como la elección de los colores, tapizados, llantas, etc. así como el transporte del vehículo o que este coche sólo puede ser reparado por ingenieros especialistas y no lo puede tocar ningún otro, sino el designado por la marca. Esto es exclusividad.
Con un diseño limpio, musculoso y atlético, el LFA combina el estilo de un superdeportivo con la filosofía de diseño Lexus Lfinesse de forma cohesionada. Tiene un bajo coeficiente de resistencia aerodinámica, líder en su clase de tan solo 0,31 Cd. Sus bajos carenados y el alerón trasero automático activado por velocidad (a 80km/h), con un flap Gurney en el borde de salida, generan una excepcional carga aerodinámica que contribuye al aplomo del LFA a alta velocidad.
Colocados eficientemente a lo largo y ancho de la carrocería, se encuentran unos componentes de formas aerodinámicamente óptimas diseñados precisamente para gestionar el flujo de aire, tanto por debajo como alrededor del LFA. Por ejemplo, en la parte delantera, una toma de aire situada en el centro está dotada de juntas de goma laterales para evitar la entrada de un flujo de aire excesiva en el vano del motor. Asimismo, en el punto en que el pilar A se encuentra con el parabrisas, el LFA cuenta con unas pequeñas aletas reductoras de turbulencias para incrementar la estabilidad en línea recta y con viento lateral.

Motor y caja de competición
El LFA ofrece un motor V10 de 4,8 litros creado expresamente para este automóvil y que proporciona una potencia máxima de 560 CV a 8.700 rpm y un par de 480 Nm a 6.800 rpm.
Una potencia extrema combinada con un peso ultraligero dispara el LFA hasta los 100 km/h solo 3,7 segundos y una velocidad máxima de 325 km/h.
El LFA monta una caja de cambios secuencial automatizada (ASG) de seis velocidades, que realmente es una caja manual con un embrague controlado electrónicamente, accionada por levas de cambio montadas en la columna de dirección. La fuerza necesaria para accionar la leva derecha, al subir marchas, es distinta a la necesaria para la izquierda, para reducir. Subir marchas requiere solamente un levísimo toque con el dedo, mientras que las reducciones requieren un mayor esfuerzo, con el fin de reforzar el vínculo entre el conductor y la transmisión.

Todo vendido
Para este tipo de vehículos no hay crisis y muestra de ello es que la totalidad de las 500 unidades que se fabricarán del Lexus LFA está vendida y ahora los responsables de la marca nipona están pensando en aumentar la producción (sólo se fabrican 20 al mes) o bien fabricar un nuevo modelo o evolución. Y como anécdota, todos y cada uno de los compradores han tenido que abonar 100.000 euros (mínimo) como señal para encargar su LFA.

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