- Probamos el Nissan Pulsar GTI/R de Miguel Jiménez.
- Con 287 CV, tracción a las cuatro ruedas, suspensión Proflex y caja de cambios de dientes rectos, es una máquina de competición.
Fotos: www.motoradiario.com
Hoy traemos a estas páginas un vehículo atípico, que hace muchos años no veíamos por nuestra tierra, se trata del Nissan Pulsar GTI/R que ha adquirido este año Miguel Jiménez para participar en las pruebas de tierra y algún Rally de asfalto.
Hace ahora 11 años que probé un coche similar a este, era el Pulsar de Víctor Mendoza, que al año siguiente lo hizo Campeón Provincial de Slalom de Las Palmas con Javier Viera a la derecha, ¡que tiempos!.
Pero este Pulsar o Sunny (según mercados) llegado recientemente de Alemania, concretamente de Dresden, es un paso adelante de ese coche que probamos, ya que dispone de un turbo de mayores dimensiones, unas suspensiones Proflex de tres vías y una caja de cambios de dientes rectos muy robusta, pero sigue adoleciendo de la ayuda de un autoblocante para el puente trasero y un reparto de tracción fijo de 50% / 50% delante / detrás que le penaliza en muchas ocasiones.
Aparte de todo eso, también ha recibido una cura de adelgazamiento importante, con paneles de fibra en capó y aletas, además de cristales de plástico, que rebajan el peso del coche drásticamente.
Además del turbo mencionado para el motor, éste ha recibido algunos componentes más que dejan la cifra de potencia en 287 CV, más que suficientes para las pruebas en tierra y muchas de asfalto. Porque ya se sabe, que lo difícil no es conseguir potencia, sino transmitirla al asfalto o tierra, y en eso éste coche tiene muchas posibilidades de reglaje, en los que se está trabajando actualmente.
Un comportamiento especial
Quieras que no, siempre se hacen comparaciones y aunque hace muchos años que probé un coche similar, recordaba que el reparto de tracción hacen a este coche un tanto especial. Pues así fue, y ahora acentuado por una mayor potencia, pero ayudado eso sí por la caja de cambios, que aunque en parado asusta un poco, en marcha es una auténtica maravilla por su rapidez y relaciones. Este coche fue creado en un principio para asfalto, aunque luego se adaptó para tierra y es como ha llegado a Gran Canaria, pero con todo lo necesario para volver al asfalto.
En línea recta es un auténtico misil y prácticamente vuela bajo, pero cuando llegan las curvas tenemos que anticiparnos y balancear el coche para no perder tracción y velocidad. Esto es algo en lo que hay que tener mucha práctica y unos reglajes acordes con el terreno en donde estemos en cada momento, porque de lo contrario perderemos mucho tiempo. Y eso es lo que nos ocurría en varias ocasiones.
Hay que ser decidido con el pedal del acelerador, ya que las inercias del turbo y levantamos el pie en exceso se pagan muy caras y cuesta mucho recuperar las revoluciones perdidas del motor. Aquí las maniobras del punta tacón y el frenar con el pie izquierdo se hacen “casi” imprescindibles, si queremos sacarle todo el partido posible al Pulsar GTI/R alemán.
Por este motivo el trabajo del equipo de Miguel Jiménez no para en cada prueba, porque en cada una de ellas se prueban diferentes reglajes para poner el coche al gusto del piloto. Con todo esto y si se consigue un autoblocante para el tren trasero las cosas sólo pueden mejorar.
Las impresiones fueron muy buenas y el propio Miguel nos comentaba que todavía está tomándole el pulso a esta máquina, que al límite es un tanto complicada de domar, pero que nos consta está en ello. Y como dice el dicho, la tierra es para el que la trabaja.
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