domingo, 11 de julio de 2010

Opinión Formula 1 Silverstone 2010

Dominio … otra vez?

Se sigue confirmando el poderío de los Red Bull en todos los sentidos y sigue planeando sobre ellos el fantasma de la delgada línea que separa lo legal de lo ilegal.
Y es que, no puede ser que cada vez que se lo propongan les metan, sin despeinarse, casi un segundo por vuelta al siguiente clasificado y son los dos pilotos de Red Bull lo que lo consiguen al unísono, separándoles apenas una milésima de segundo.
Me gusta estudiar sobre todo los gestos de los pilotos y desde el incidente entre Webber y Vettel, me estoy fijando en ellos y la verdad es que son un auténtico poema. Lo último ha sido la foto de celebración de los tres primeros puestos de la parrilla del G.P de Silverstone, en donde Vettel intentaba poner el brazo por encima del hombro de su compañero de equipo y éste ni se movía, con los brazos a lo largo de su cuerpo y sin tan siquiera sonreír.
Otro de los gestos significativos ha sido la postura de resignación de Alonso mirando el tren posterior de los Red Bull, que deja bien a las claras que el inconformismo se está adueñando de los equipos de la Formula 1.
Ya lo hemos comentado más de una vez, pero es que en la Formula 1 actual, salir en los primeros puestos de la parrilla es más del 70% de la carrera. “Casi” no se puede adelantar en carrera, la FIA no toma decisiones a la misma velocidad y normalmente se equivoca, amén de la incompetencia del director de carrera al ser más lento que el caballo del malo en tomar decisiones. Con todo esto, el espectáculo de la Formula 1 está decayendo a pasos agigantados y hay que hacer algo.
En todas estas malas noticias, ha habido un soplo de aire fresco en Silverstone y es que Pedro de La Rosa ha conseguido meterse en la Q3 y ser el noveno de la parrilla de salida, “se lo merece”. Según las palabras del propio piloto catalán de Sauber; “lo mejor para el C29 es no tocar el freno” y “en la última vuelta he pasado la primera curva – Copse - con el pie a fondo”. Creo que del primero al último aficionado español a la Formula 1 se ha alegrado por el bravo piloto de Barcelona, que siempre tiene una sonrisa aunque las cosas vayan rematadamente mal y ya era hora de que pudiera disfrutar de verdad.

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